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Las guerras se han sucedido una y otra vez, diversos imperios han luchado con variados ejércitos cosechando éxitos que han escrito páginas en la historia. En cada uno de estos imperios ha destacado especialmente una unidad de élite, capaz de cambiar el final de una victoria y el curso de la historia.

En este caso presentamos la unidad de élite egipcia, el carro de guerra


Un carro de guerra es un vehículo de dos ruedas arrastrado por caballos (dos o cuatro). Su origen puede situarse en las llanuras de Kazajistán alrededor del 2000 a. C. Su función consistía en trasladar cuerpos en rituales funerarios, pero el paso del tiempo derivó este vehículo en funciones de transporte de mercancías y por último, como arma de combate.

Pueblos indios primero y mesopotámicos después fueron adquiriendo esta herramienta y mejorándola, como la inclusión de ruedas radiadas, mucho más ligeras y duraderas que las sencillas rodelas de madera. También se desarrollaron los carros falcados que tenían una o varias cuchillas dispuestas horizontalmente de casi un metro de longitud a cada lado del eje con el cual realizaban cargas contra infanteria o caballeria y causando múltiples heridas.

Sin embargo la carga frontal no era el punto fuerte del carro de guerra y su técnica de combate fue perfeccionada. En primer lugar cargaban hacia otros carros y se atacaban "al paso",  donde el arquero de cada carro debía disparar con gran precisión al arquero, conductor o caballo del carro contrario. Tras realizar una pasada realizaban un giro en círculo y volvían a cruzarse con otro carro.

Si el enfrentamiento se realizaba contra infantería, los carros iban acompañados de corredores, soldados de infantería ligera provistos de espadas de hierro y lanzas de bronce que servían como apoyo y protección a los carros frente a la infantería enemiga. Ésta técnica se utiliza hoy en día, ya que no se entiende un ataque de tanques sin apoyo de infantería. El problema principal de ésta técnica es que los corredores no podían soportar el ritmo de 20 km/h que podía tener un carro.

Los carros generalmente transportaban dos personas, un conductor y un arquero los cuales se entrenaban juntos y con los mismos caballos desde su infancia para tener un gran entendimiento. Los hititas, para solucionar el problema de los corredores, aumentaron el tamaño del carro y entrenaron a los caballos para que pudiesen arrastrar un mayor peso. Así el carro hitita podía transportar tres personas: el conductor, el arquero y el corredor, permitiendo que éste último entrase en combate sin fatiga.

Carro de guerra hitita
Por otra parte, los egipcios transformaron el antiguo carro de los hicsos, similar al de los hititas pero más pequeño. Trasladaron el eje del centro del carro al final, permitiendo un mejor balance y maniobrabilidad en el campo de batalla. En lugar de estar hecho completamente de madera, sustituyeron el suelo por pieles favoreciendo el equilibrio del arquero al amortiguarse mejor las irregularidades del terreno. Sustituyeron la rueda de cuatro radios por una de seis, mejorando su firmeza. Por último sustituyeron la viga de madera fija que amarraba a los caballos por una barra móvil mediante una argolla sujeta al carro. Todas estas mejoras permitieron a los egipcios tener su arma más mortal, un carro de gran estabilidad, rapidez y maniobrabilidad.

Ramsés II en la batalla de Qadesh. Templo de Abu Simbel
La batalla donde el carro es el principal protagonista por excelencia es la Batalla de Qadesh. En el año 1274 a. C. el imperio hitita y el imperio egipcio se enfrentaron por el control de la zona de Amarru (actual Siria) ya que era el cruce de caminos entre el Norte, el Sur, el Mediterráneo al Oeste y Mesopotamia al Este. Tras sufrir las emboscadas de los carros hititas en la retaguardia del ejército egipcio, Ramsés II y sus veloces y efectivos carros se impusieron al ejército hitita en una batalla que parecía completamente perdida.

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